Cambiando la historia

12 de julio de 2010 David Crispín 0 Comments

No hay duda de que el deporte español está en forma. Los resultados de los últimos años hablan por sí solos y las portadas de los periódicos se llenan con los éxitos del deporte español. El tenis, el baloncesto, el balonmano, el motociclismo, la fórmula 1, y muchos otros deportes nos han dado más de una alegría últimamente.
Pero siempre habíamos tenido una espinita clavada, el fútbol. La mala suerte y la "maldición de cuartos" se han cebado con la selección española a lo largo de la historia. Hasta que en 2008 este equipo demostró de lo que es capaz y ganó la Eurocopa en Austria jugando un fútbol espectacular, y además vaticinó lo que pasaría en el Mundial de Sudáfrica. Y aunque ha sido un camino duro y díficil, por fin se han roto todos los maleficios y España se ha proclamado campeona del mundo, y con ello se ha ganado el derecho a llevar una estrella junto al escudo. Una estrella que significa esfuerzo, sudor, lágrimas... por conseguir un sueño, ser campeones del mundo.
En mi anterior entrada del mundial os hablaba de que si este sería realmente el mundial de España, si teníamos opciones reales, etc... y yo personalmente os decía que en este mundial teníamos más opciones que nunca ya que eramos los vigentes campeones de Europa y que estabamos haciendo un fútbol bonito y espectacular. Y así ha sido. Aposté al caballo ganador, aposté por "La Roja" y gané.
Y para finalizar quiero dar la enhorabuena a todos los jugadores de la selección española, al entrenador y a todo el equipo técnico. Aunque más que la enhorabuena os tengo que dar las gracias. Gracias por hacer realidad lo que muchos creían imposible. Gracias por ser fiel a un estilo de juego de fútbol espectacular, elegante y efectivo. Gracias por convertir los momentos de sufrimiento en alegrías y euforia. Gracias por levantar esa copa dorada y hacer vibrar a todo un país. Gracias.