El Gran Hotel Budapest
Wes Anderson lleva años renovando el cine con un estilo y un lenguaje propio. En esta ocasión nos cuenta historia traviesa, elegante y melancólica, en la que no faltan las grandes dosis de humor. La estética preciosista y retro de Anderson está presente en cada fotograma, y este nos muestra un mundo extravagante, colorido y visualmente atrayente.
Se trata de un film inteligente y cómico que mezcla perfectamente lo absurdo y lo excéntrico, lo que la convierte en una genialidad. Sin duda es una de esas películas que no dejan indiferente a nadie, para bien o para mal, es Wes Anderson de principio a fin.
Nota: 8 sobre 10
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