My Funny Valentine
El jazz es un pequeño universo en el que nunca me había atrevido a entrar, pero gracias al taller experimental de Diseño Gráfico, he podido acercarme un poco más a este estilo músical tan desconocido para mi.
Ha sido una asignatura fugaz, de tan sólo 10 horas, pero eso no significa que no haya podido sacar muchas cosas útiles de ella, sobre todo el proceso creativo que me llevó a la realización del trabajo final. Este consistía en realizar un cartel tributo a un músico de jazz, a elegir entre Chet Baker o Miles Davis, de los cuales escogí a Chet Baker y el tema My Funny Valentine. A raíz de aquí empecé a investigar un poco sobre él. Leí su biografía en internet, escuché muchos de sus temas, e incluso me leí un cómic sobre su historia, para así poder conocer y adentrarme un poco en su tormentosa vida.
My Funny Valentine, aunque es un tema de amor, suave y triste, no deja de ser un tema muy visceral, por eso me surgió la idea de representarlo con un corazón, pero no un corazón icónico, sino un corazón anatómico. Al principio no sabía como llevarlo al papel y mucho menos al ordenador, pero tras muchos días
de bocetos, de borrar, de corregir y de desechar ideas, di con una que
me pareció muy interesante de trabajar y la llevé a cabo: utilizar un corazón real. Y así lo hice, fui al mercado, compré un corazón de cerdo (que se parece bastante al humano) y empecé a trabajar con él. Mi idea era introducirlo en un frasco y etiquetarlo, pero al final me dió mejor resultado simplemente colocar el corazón sobre una cartulina blanca y fotografiarlo, quedando como resultado final el cartel que podéis ver a continuación y del que estoy bastante orgulloso.
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| Diseño: David Crispín |
Además de este cartel, hice otro con un estilo totalmente diferente y utilizando solamente recursos digitales. Obviamente el proceso de creación no fue tan novedoso como con el del corazón, pero no por ello estoy menos contento con el resultado. Os lo pongo también para que lo veáis, podáis opinar y decirme cuál os gusta más.
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| Diseño: David Crispín |
Que mejor forma de terminar esta entrada que con My Funny Valentine del increíble Chet Baker. Disfrutadlo.
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