No os podéis imaginar (bueno, supongo que si) lo que cuesta volver a la rutina después de unas pequeñas vacaciones aunque hayan sido algo descafeinadas, y con ello volver a escribir. El tiempo no ha sido mi mejor aliado y no he podido disfrutarlas al máximo, pero ello no me ha impedido sentarme en mi puf y disfrutar de una buena novela gráfica: Arrugas. 

Con Arrugas, Paco Roca nos ha querido acercar a una realidad social, de la que se suele hablar poco, pero que está muy presente en nuestras vidas: la vejez. Una etapa de la vida que puede ser tan bonita como otra, pero que para muchos se puede convertir en un infierno. Una realidad que Paco Roca nos ha querido contar de una forma sensible (que no sensiblera) a través de la piel de Emilio, un anciano al que sus familiares internan en una residencia y al que el Alzheimer está dando los primeros hachazos. Nuestro protagonista se verá de repente en un entorno desconocido y nuevo para él, donde tendrá que aprender a luchar contra su enfermedad. En su odisea particular, Emilio conocerá a otros ancianos con los que compartirá algunas aventuras y cuyas pequeñas historias secundarias nos enternecerán tanto como la de nuestro protagonista.
En definitiva, una buena historia que trata de ofrecer, sin frivolizar, una visión honesta, emocionante y diferente del Alzheimer.