No quería empezar esta entrada sin mencionar a Stéphane Hessel, cuya obra "Indignaos" ("Indignez vous"), publicada en 2010,  ha sido la iniciadora de las manifestaciones surgidas en España por el cambio político, económico y social, llevadas a cabo por la plataforma conocida como "Movimiento del 15M", de la cual hablaré posteriormente. Hessel es un diplomático, escritor y militante político francés que fue miembro de la resistencia francesa durante la II Guerra Mundial, en la que fue capturado y torturado por la Gestapo. Además de por su reciente obra, Hessel es conocido por ser uno de los redactores de la "Declaración Universal de Derechos Humanos" de 1948.

Hessel habla en su obra sobre la actual situación política, económica y social de Europa; una Europa dominada cada vez más por las empresas y el mercado capitalista; una Europa donde priman los beneficios económicos sobre los beneficios sociales; una Europa sumida en una crisis económica y finianciera engendrada por el propio sistema; una Europa donde vuelven a aflorar ideas y políticas de extrema derecha; una Europa que necesita más que nunca un cambio.

Estos son sólo algunos fragmentos de la obra de Hessel en la que, como ya he dicho antes, hace una reflexión sobre la actual Europa e invita a los jóvenes a tomar las riendas del cambio.

Parece que las voces de cambio de Hessel han calado en España, donde muchos jóvenes (y no tan jóvenes) salieron a la calle el pasado 15 de mayo para pedir cambios políticos, económicos y sociales en la sociedad española. 

Una manifestación promovida, sobre todo a través de las redes sociales, por la plataforma "Democracia Real Ya" y que tuvo un éxito rotundo. La prueba de ello fueron las miles de personas que salieron a "indignarse" a la calle en muchas ciudades de toda España. El pueblo estaba hablando, estaba diciéndole a sus gobernantes que esta no era la forma ni el camino a seguir. A pesar de las voces que criticaban estas manifestaciones y que querían acallar sus voces con despropósitos desleales, el movimiento siguió adelante y la gente decidió acampar en las plazas más importantes de las principales capitales españolas para seguir con las protestas.

Al principio yo también estaba a favor de estos "campamentos protesta", creía que era la forma adecuada de reivindicar un cambio y luchar por la mejora de los derechos sociales, pero, el como se han ido desarrolando los acontecimientos a lo largo de estos días y tras mi visita a uno de ellos, mis pensamientos cambiaron.

Quería ser crítico y objetivo sobre el tema de los "acampados" y por ello me hice una pregunta para intentar resolver todas mis dudas: ¿Es realmente la mejor y única forma de manifestarse e "indignarse" para pedir a nuestros gobernantes cambios políticos, económicos y sociales? Personalmente creo que NO.

Estoy totalmente de acuerdo que el mundo necesita un cambio urgente; un cambio en el que los intereses sociales primen sobre los económicos; un cambio en el que los bancos y las empresas no controlen el mundo ni a los gobiernos; un cambio en el que el equilibrio y la sostenibilidad sea posible; etc... Pero, personalmente, creo que la mejor forma de luchar para conseguir estos cambios no es acampando en plazas.
Por ejemplo, el otro día me pasé por la Plaza del Carmen en Granada y me llevé una decepeción increíble. No sólo por la poca gente que había allí sino porque, sinceramente, me pareció una comuna desorganizada, donde el hedor a sudor y a perro sucio, los puestos de pulseritas, los talleres y una comida de dudosa higiene, presidían la "acampada protesta". Después de ver aquello me volví a hacer algunas preguntas: ¿Esta es realmente la gente que representa al "Movimiento del 15M"? ¿Están ahí luchando por los derechos y libertades de todos o están aprovechando el momento? No quiero juzgar ni dudar del compromiso de nadie, pero creo que las personas que estaban en la Plaza del Carmen no representan a la totalidad de la gente que quiere un cambio y creo que su forma de hacer las cosas (acampadas, puestos, talleres, etc...), han hecho perder fuerza y credibilidad al movimiento.; sin mencionar el daño económico que, en algunos lugares, se está haciendo a los pequeños comercios cercanos.

Por todo esto, pienso que sería mucho más útil hacer manifestaciones o sentadas masivas periódicas (por ejemplo, todos los domingos o cada quince días) en las que la afluencia de gente fuera mayor y que con la reiteración de "indignados" tomando las calles y plazas de toda España (de forma pacífica por supuesto), el "Movimiento del 15M" se haría notar mucho más que con estás "acampadas" y ganaría en fuerza y estabilidad.

Quiero finalizar diciendo que estoy orgulloso de ver a la sociedad española levantarse e intentar luchar por sus derechos, y que esto esté sirviendo de ejemplo para otros países que ya se están uniendo a las protestas... ¡INDIGNAOS!