¡Así si, indignados!
El pasado 19 de junio se volvió a dar ejemplo de la unión y fortaleza del Movimiento 15M. Las múltiples manifestaciones que tuvieron lugar en multitud de ciudades españoles y que cosiguieron sacar a la calle a más de 200.000 personas, ha sido muestra del gran malestar que hay sobre ciertos temas como la sociedad capitalista y mercantilista en la que vivimos, la desigualdad y desprotección de los trabajadores, los privilegios de la clase política, etc...
Y aunque algunos medios de comunicación y comunicadores (a los que no voy a mencionar porque no son dignos de mis palabras) se dedican a desprestigiar y descalificar a un movimiento pacífico del pueblo que lucha por derechos e igualdades, e incluso a insultar a las personas que salieron a la calle para mostrar su malestar e indignación con la situación actual; se ha demostrado la unión, la fuerza y la solidez del pueblo.
Pocas manifestaciones o huelgas generales en la democracia española han conseguido sacar a tantas personas a la calle en todo el país y, por mucho que se empeñe cierto sector de la prensa y de los medios de comunicación, fueron cientos de miles de indignados los que salieron a la calle a manifestarse, y esto es una verdad como un templo, le pese a quien le pese.
A pesar de los insultos hacia los indignados, a los que se les ha llegado a comparar con terroristas o a los que se les ha llamado incultos y golpistas, se ha demostrado que las manifestaciones del pasado 19J han sido pacíficas, que en ningún momento se hizo apología de la violencia, que no se identificaban con ningún grupo político o asociación, y que no sólo han sido jóvenes y "perroflautas" los que están luchando, manifiestando y abogando por un cambio en este país.
Esto tiene que seguir el buen rumbo que está tomando, dejando a un lado las acampadas, de las que, como ya dije en mi anterior artículo, no estoy de acuerdo, y consolidarse como un movimiento serio, que lucha y se manifiesta por unos objetivos concretos, que no aboga por la violencia y en el que caben personas de todas las edades y culturas urbanas.
¡Así si, indignados!
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